
por el Dr. Eduardo Wohlers
Oftalmólogo especialista en Transplante de Cornea
Trasplantar es trasladar un órgano desde un organismo donante a otro receptor, para sustituir con este al que está enfermo o inútil. De esto se deriva muchas veces el concepto erróneo de que se cambia el ojo por otro. En el ojo, sólo se puede realizar el trasplante de una de sus partes, y ésta es la córnea.
El ojo está compuesto por diferentes estructuras anatómicas que tienen funciones bien establecidas. La Córnea es una de ellas, su nombre deriva del latín “corneus” –cuerno-, es la parte más anterior y expuesta del globo ocular, corresponde a la continuación de la parte blanca del ojo (Esclera), que en su parte central se torna transparente.
Su función principal es la de un lente que permite la entrada de luz hacia estructuras internas (el cristalino y por último la retina) donde es transmitida hacia el cerebro para el procesamiento de las imágenes, tal como las conocemos.
La córnea, por lo tanto es la “ventana” por donde nuestro mundo entra hacia nuestra mente. Tiene una función muy importante en la cantidad de graduación que tiene cada persona, por la curvatura que pueda presentar en sus diferentes radios. Su transparencia es una de sus principales cualidades, ya que si esta se perdiese, veríamos como a través de un lente sucio u opaco.
Otra de las características especiales de la córnea, es que es un tejido completamente “avascular” o sin vasos sanguíneos dentro de toda su estructura, recibiendo su aporte nutricional y de oxígeno del medio ambiente y del Humor Acuoso –líquido o suero que se encuentra en la Cámara Anterior del ojo-. Esta falta de vasos sanguíneos del tejido, permite que se puedan realizar trasplantes de córnea, sin necesidad de realizar estudios complejos de compatibilidad de tejidos.
Es una ventaja relativa, ya que la reparación del tejido corneal es muy lenta en comparación a tejidos que son vasculares. También el tiempo de respuesta a los medicamentos sistémicos (tomados o intravenosos) es más lenta en casos de infecciones.
La córnea a su vez está formada por diferentes capas microscópicas con funciones diferentes, la capa superficial o Epitelio es un tejido que se regenera rápidamente, en 4-5 días se puede regenerar totalmente, si este se removiera completamente. Por debajo del Epitelio se encuentra la membrana de Bowman, debajo de ella está el Estroma, que corresponde a una masa de fibras de colágeno, corresponde a más del 98% del grosor corneal (promedio de 500 micras o ½ mm), este tejido lleva varios meses para cicatrizar completamente, dependiendo de la edad de la persona. Por debajo del Estroma se encuentra otra membrana, de Descemet. Hasta adentro, se encuentra una capa de células, Endotelio, que tienen la característica de que no se regeneran una vez se mueren. Nacemos con aproximadamente 5000 células/mm2 y al llegar a los 80 años, se contabilizan alrededor de 2000 células/mm2 (datos pueden variar dependiendo de los diferentes autores). El Endotelio mantiene la transparencia de la Córnea por un mecanismo de bomba que mantiene un equilibrio en la cantidad de líquido dentro del Estroma, si no puede sacar el líquido se va perdiendo la transparencia de la Córnea.
La integridad de la córnea se puede ver afectada por diferentes razones. Entre estas mencionaremos las siguientes:
a. Fallo estructural congénito o genético:
1. Distrofias corneales que afectan a niños, adultos y ancianos.
2. Queratocono que afecta generalmente adolescentes y adultos jóvenes.
b. Lesiones externas:
1. Heridas cortantes o penetrantes
2. Quemaduras químicas
3. Infecciones y reacciones inmunológicas
4. Complicaciones quirúrgicas
5. Complicaciones por uso de lente contacto
El daño que ocurre en la Córnea puede afectar su transparencia - poniéndola opaca o turbia- o puede afectar la calidad óptica de la superficie haciéndola irregular o con cicatrices o una combinación de ambas. El resultado de esto es una mala calidad de visión.
El trasplante de córnea sirve para cambiar el lente turbio de la persona por un tejido donado por una persona que fallece, devolviendo de esta forma la transparencia a los medios opacos. Inicialmente el trasplante se realizó con tejidos de animales, luego con tejido de humanos, y actualmente se trabaja en el uso de materiales artificiales.
Los tejidos utilizados en Visión Integral son traídos de un banco de ojos de Estados Unidos de América, permitiéndonos escoger el tejido dependiendo de las características que requiera el paciente.
El transplante de cornea se realiza en forma ambulatoria, es decir no requiere hospitalización, se realiza en la mayoría de casos bajo anestesia local con sedación, permitiéndole al paciente salir caminando casi al terminar el procedimiento. La cirugía tiene una duración aproximada de 45-60 minutos, dependiendo si es una cirugía simple o combinada con otros procedimientos.
El período de recuperación visual es variable y más prolongado que en otros procedimientos como cirugía de catarata o de glaucoma. La visión se va estabilizando en un período de 4-8 semanas, y el tejido termina de cicatrizar entre 8-12 meses después de la cirugía –recordando la cicatrización lenta por la falta de vascularización del tejido - sin embargo, la persona se puede reincorporar a sus actividades de oficina 2-3 semanas después de operada. Dependiendo de la sensibilidad de cada persona, algunos incluso pueden reincorporarse antes de ese tiempo.
El pronóstico del procedimiento va a depender de las características del tejido ocular receptor –del paciente que recibe el trasplante- y de las características del tejido trasplantado.
Hay diferentes tipos de trasplantes de córnea que se pueden realizar, los totales y los parciales, dependiendo de la afección que tenga la córnea a trasplantar.
Entre las complicaciones que se podrían observar:
1. El rechazo del tejido, que puede observarse en etapas tempranas o incluso tardías (años después).
2. Infección, se usa antibióticos profilácticos en el preoperatorio tratando de minimizar el riesgo.
3. Edema macular, o inflamación de la mácula, muchas veces de tipo transitorio o como consecuencia de enfermedades subyacentes del ojo previo a la cirugía.
4. Astigmatismo irregular por factores cicatrizantes o de lesiones previas en la córnea.

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