
Escrito por la Dra. Ana Raquel Hernandez
El ADD por sus siglas en inglés (Attention Deficit Disorder) o Déficit de Atención y su variante ADHD (Attention Deficit Hiperactivity Disorder) Déficit de Atención e Hiperactividad es un diagnótico que ha ido en aumento en los niños. Estos diagnósticos son parte de un grupo de condiciones que se les llama problemas de aprendizaje.
Los problemas de aprendizaje son desórdenes relacionados con diferencias en cuanto a cómo funciona el cerebro. Estos problemas pueden afectar la habilidad de un niño para hablar, escuchar, leer, escribir, deletrear, razonar, organizar la información, hacer matemáticas o estar tranquilos y atentos en una clase.
El Déficit de Atención se caracteriza porque el niño tiene una mala atención, hiperactividad y compulsividad. Este diagnóstico se basa en síntomas subjetivos.
Muchas veces, los niños con problemas visuales que aún no han sido detectados pueden dar síntomas similares al Déficit de Atención. Las estadísticas indican que un 20% de los escolares tienen problemas visuales que hacen que los niños no se puedan mantener en una actividad por mucho tiempo.
Los niños con problemas escolares causados por problemas visuales son altamente distraídos, tienen períodos cortos de atención, cometen errores por falta de cuidado, fallan en completar tareas, se mueven mucho y se sienten incómodos. Su inhabilidad o incapacidad de mantenerse en una tarea es causada por la incomodidad de usar los ojos por períodos largos de tiempo o a cortas distancias.
Puede que no sea un verdadero Déficit de Atención y esto llevar a un mal diagnóstico.
Existen condiciones en las que un niño tiene dificultad para ver de cerca o no puede usar sus dos ojos a la vez en distancias cortas (INSUFICIENCIA DE CONVERGENCIA) y esta es una habilidad que se necesita para leer y escribir.
Después de un corto período de tiempo, los niños con esta condición no controlan sus movimientos oculares y las palabras “brincan” o se le mueven al leer. Esto da como resultado que el niño hace mucho esfuerzo por coordinar sus movimientos y se cansa.
El niño obtiene “alivio” al evitar leer, ven para todos los lados, toman agua, van al baño, miran por la ventana, se ponen a platicar. Se dan “recreos” visuales pero al progresar el día esto les pueden causar frustaciones y fatiga.
Existe una correlación entre el ADD y los problemas visuales, los niños con diagnóstico de ADD, tienen 3 veces mayor frecuencia de insuficiencia de convergencia que la población normal.
En condiciones ideales no se debe hacer diagnóstico de ADD hasta no tener una evaluación oftalmológica completa que descarte estos problemas de acomodación y convergencia porque se puede hacer un mal diagnóstico.
La observación es importantísima y a continuación hay un listado de signos y síntomas que deben investigarse si se sospecha ADD/ADHD o algún otro problema de aprendizaje. El oftalmólogo debe observar si:
• hay desviación aunque sea mínima de un ojo,
• ver si inclina o desvía la cabeza para ver,
• fijarse si tiene un hombro más elevado que el otro detectar si cierra un ojo para ver,
• parpadeo muy frecuente o “achiquita” los ojos para enfocar,
• observar si tiene períodos cortos de atención.
Ademas ver si hay otros problemas asociados como problemas motores o del lenguaje, torpeza, dificultades con las matemáticas y habilidades sociales de aprendizaje.
Es importante interrogar a los padres para saber el niño si se acerca mucho a los objetos al leer, se cubre un ojo “para ver mejor” pierde el hilo de la lectura, se frota muchos los ojos altera el orden de las letras, cambia los números, se saltea palabras, aprende más verbalmente que visualmente, si al leer por períodos cortos le duele la cabeza con los esfuerzos visuales, le da náusea o mareos para leer, se marea al ir en carro.
Todo esto conduce a que se debe realizar un examen completo con agudeza visual de lejos y de cerca. El diagnóstico oftalmológico ayuda a un diagnóstico correcto de problemas de visión funcional o del desarrollo y a complementar el diagnóstico de un problema real de aprendizaje .
Para un adecuado diagnóstico se debe recolectar mucha información sobre el niño y esto debe ser un trabajo en equipo entre los padres, maestros, psicólogos, neurólogos, oftalmólogos, pediatras, especialistas en todas las ramas de la educación, trabajadores sociales y terapistas.
En general, todo adulto que rodea al niño puede proveer información útil y observaciones sobre su comportamiento. Los compañeros de clase, hermanos y familiares pueden contribuir grandemente no sólo con observaciones sino en la ayuda que el niño necesita para acomodarse a su forma diferente de aprender.
Los tratamientos son tan variados como los casos mismos. Existen múltiples aspectos que se utilizan como tratamientos farmacológicos (controversial), terapia de comportamiento, terapias alternativas, (dieta, homeopatía), terapia visual, tratamiento eduacional y el adecuado manejo de condiciones psicológicas. Cada caso tendrá sus consideraciones individuales.
Los problemas visuales pueden coexistir con los problemas de apendizaje y esta es la razón por la cual se debe hacer una evaluación oftalmológica completa que incluya agudeza visual de lejos y de cerca, errores refractivos, motilidad ocular, función binocular y acomodación.

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