
Por el Dr. Roberto Curley Penados
Con bastante frecuencia los padres de familia consultan angustiados por la formación de protuberancias (bolitas) en los párpados de los niños, los cuales son indoloros y generalmente sin inflamación y son causados por un problema con las glándulas de Meibomio.
Esta protuberancia (lipogranuloma) en el borde del párpado es causada por el bloqueo de un conducto de una de las glándulas de meibomio y se conoce como CHALACIÓN. A menudo una chalación puede desarrollarse después de un orzuelo (escupelo) por obstrucción mecánica y suele permanecer aún después de que el orzuelo desaparece.
Generalmente no se necesita exámenes especiales para el diagnóstico de una chalación, únicamente la exploración física es suficiente para diferenciarlo del orzuelo. En muy raras ocasiones el cáncer de la piel del parpado es semejante a una chalación en cuyo caso se hará biopsia cuando exista sospecha.
¿Qué son las glándulas de Meibomio?
El médico Deeman Heinrich Meibon, en el siglo XV descubrió por primera vez unas pequeñas glándulas sebáceas localizadas en los parpados superiores e inferiores que producen diferentes sustancias grasas que llegan a formar uno de los componentes de la película lagrimal. Este componente graso previene la evaporización temprana de las lágrimas.
A éstas glándulas, se les dió el nombre de Glándulas de Meibomio. Existen alrededor de 50 de éstas en el parpado superior y 25 en el inferior.
Aunque no hay certeza total en cuanto todas las funciones que tienen éstas glándulas, se sabe que tiene muy buena inervación y su función está regulada por diferentes hormonas, el ácido retinoico, los factores de crecimiento y posiblemente por neurotransmisores para producir diferentes lípidos (grasas) que salen por ductos en el borde del párpado.
Si llegara a faltar la grasa producida por éstas glándulas, se puede llegar a aumentar la evaporización de la película lagrimal y por lo tanto, aumentar el número de bacterias en el borde del párpado.
Tratamiento de una chalación
El pronóstico generalmente es bueno y, la chalación suele desaparecer después de unas semanas con tratamiento de compresas calientes para suavizar los aceites muy espesos que obstruyen el poro de salida.
En algunos casos se recomienda inyección de esteroides y si no cede aún con tratamiento se recomienda cirugía, la cual se práctica en la clínica, pues no necesita hospitalización y generalmente no deja cicatriz.
Para evitar o disminuir el aparecimiento de nuevas chalaciones se recomienda frotar suavemente los bordes palpebrales a la altura de la línea de las pestañas cada noche, usando shampoo de bebé diluido o fórmulas comerciales para lavado de párpados. En raras ocasiones se recomienda la aplicación de ungüento antibiótico después de frotar los párpados.
Problemas crónicos
Cuando por diferentes motivos (hormonales, infecciosos, sistémicos, etc.) la secreción de las glándulas de meibomio es muy espesa, se puede producir inflamación de todo el borde del párpado. Esto se conoce como MEIBOMITIS o BLEFARITIS POSTERIOR, y da síntomas como picazón, ojos rojos, sensación de cuerpo extraño e incluso llega a ser otra de las causas de ojo seco.
Este último, generalmente es un problema crónico e intermitente con tratamiento de los síntomas (no curativo) pues hay diferentes periodos de sintomatología.
Los suplementos vitamínicos (omega 3 y omega 6) también mejoran la secreción de la glándula. En casos más graves (secundarios a rosácea) se usa tetraciclina por su acción de regulación de la secreción lípida.

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