
Dr. Luis Felipe Hernández Matute
Especialista en Retina de Visión Integral
La luz puede causar daño al tejido de la retina del ojo, básicamente por 2 mecanismos:
1) Daño fotoquímico: se presenta cuando la luz del espectro visible, particularmente los rayos del extremo azul cercano al ultravioleta, inciden sobre la retina por un tiempo prolongado, sin elevación de la temperatura de los tejidos. Este es el tipo de lesión que se puede presentar al ver directamente a un eclipse. El daño fotoquímico también se puede observar en personas que les gusta ver directamente al sol. Hay ejemplos de personas que han participado en algunos rituales religiosos, personas que al tomar “baños de sol” en la playa, o individuos drogados que se exponen directamente a la luz solar, sin tomar ninguna precaución y causan daño a sus retinas.
La lesión se observa en la parte central de la retina o mácula y de allí sus varias denominaciones: maculopatía solar, maculopatía por eclipse, retinitis foveomacular fótica, etc. Las manifestaciones inmediatamente después de la exposición después de la exposición incluyen una disminución moderada de la agudeza visual (no ceguera), dificultad para distinguir colores y la presencia de una “mancha obscura” en el campo visual central (escotoma), frecuentemente se acompaña de algún grado de dolor de cabeza.
Durante los siguientes días a la exposición extrema al sol, se puede ver una pequeña lesión blanco-amarillenta en el centro de la mácula, rodeada de un halo grisáceo. Esta lesión desaparece en pocos días y es reemplazada por una minúscula lesión rojiza y pigmentada. En la mayoría de casos la visión va mejorando y alrededor de 3 a 6 meses después, generalmente, está en niveles muy cercanos a la normalidad, sin haber requerido ningún tratamiento específico.
La electrocución por una descarga eléctrica (por rayo o tormenta atmosférica y cables de alto voltaje) puede estar asociada a lesiones retinianas maculares como edema, quistes y agujeros maculares. En este tipo de lesión, generalmente hay una inmediata disminución drástica de la visión que tiende a recuperarse progresivamente con el tiempo.
Otra forma de exposición a radiación lumínica peligrosa que es mucho más frecuente, es la soldadura eléctrica y autógena si la persona no ha utilizado la protección adecuada. En estos casos los tejidos afectados son la córnea, la conjuntiva y la piel facial. Clásicamente se presenta un episodio agudo de dolor ocular severo, aproximadamente 6-8 horas después de la exposición. La córnea tiene daño epitelial superficial y hay edema de párpados. Generalmente no hay daño retiniano, pero en casos severos de exposición prolongada se pueden ver cambios maculares similares a los descritos para la maculopatía solar.
2) Fotocoagulación: es el fenómeno que se presenta cuando la exposición a determinado tipo de luz eleva la temperatura del tejido retiniano y produce coagulación de las proteínas. Esencialmente es una quemadura en la retina (cauterización). La fotocoagulación se usa con fines de tratamiento de lesiones de retina, mediante aplicaciones de diferentes tipos de láser.
Entonces, ¿Es real el peligro de exposición al sol?
a) Si, la exposición prolongada a la luz, especialmente a la luz en la banda del azul a ultravioleta, es potencialmente peligrosa para la salud de los ojos.
b) Los eclipses, ciertamente, pueden producir algún tipo de daño visual pero no ceguera, como se suele comentar. Lo cual no significa que no tengamos en cuenta las recomendaciones de los expertos, para evitar riesgos.
c) En todo evento de exposición solar usar la protección adecuada (anteojos con filtro de ultravioleta).
d) La soldadura es una fuente de radiación UV. Siempre debe usarse la máscara y los anteojos protectores para evitarse los daños. Deben seguirse estrictamente las indicaciones de protección industrial para todos los trabajadores en riesgo de exposición.

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