
Escrito por el Dr. Luis Felipe Hernández Matute
Especialista en Retina y Vítreo de Visión Integral
La toxoplasmosis es una infección producida por el protozoario Toxoplasma Gondii, que se encuentra ampliamente presente en la naturaleza y afecta a diferentes animales, principalmente pájaros y mamíferos pequeños. Los gatos son huéspedes naturales del Toxoplasma que se aloja en sus células intestinales. Las heces de gatos infectados se depositan en el suelo dónde el parásito sobrevive a la desecación enquistándose (creando un oocisto). La diseminación de los quistes del toxoplasma puede ser por medio del viento, las moscas, las cucarachas, etc, que pueden llegar a contaminar los alimentos de consumo humano y producir la enfermedad clínica en las personas.
Después de ser ingerido el Toxoplasma se disemina por todos los órganos del cuerpo, presentando síntomas que dependen del órgano afectado. En la mayor parte de casos, la respuesta inmunológica del paciente limita la expansión de la enfermedad que transcurre como un cuadro febril y malestar. Las personas con algún tipo de deficiencia inmunológica, por ejemplo que padecen de VIH, cáncer linfoideo o están en tratamiento con inmuno-supresores pueden presentar cuadros muy severos de toxoplasmosis.
También se ha encontrado que el ingerir carne no bien cocida, especialmente la carne de cerdo y cordero, es otra forma de adquirir el Toxoplasma.
La toxoplasmosis tiene una alta incidencia en la población mundial y oscila entre un 20 y 60% en la mayor parte del mundo. Hay lugares donde la incidencia es aún más alta del 60%.
Es muy importante el hecho que el parásito puede atravesar la barrera placentaria en mujeres embarazadas e infectar al feto produciendo abortos, muerte fetal o bebés con serios problemas. La toxoplasmosis en bebés principalmente afecta el sistema nervioso central y puede causar microcefalia, encefalitis, convulsiones, retraso mental y retinitis.
¿Qué pasa en los ojos cuando hay toxoplasmosis?
La toxoplasmosis puede afectar los ojos en diversas formas:
a) La toxoplasmosis congénita en niños afecta generalmente la mácula de la retina y frecuentemente es bilateral, aunque puede presentarse en un solo ojo. Se caracteriza por un foco de retinitis necrotizante, que afecta severamente la visión. La toxoplasmosis congénita generalmente se diagnostica en la fase cicatricial cuando el niño presenta mala visión, falta de fijación, nistagmus o estrabismo. En esta fase ya no hay inflamación activa, pero la mácula ha sido destruida y la visión está irreversiblemente disminuida. Pueden presentarse episodios de reactivación de la inflamación aguda, debido a la persistencia de parásitos de Toxoplasma enquistados en las cercanías de la cicatriz.
b) La toxoplasmosis adquirida generalmente se localiza por fuera del área macular, preservándose la visión central. La toxoplasmosis puede presentarse como un cuadro de uveítis anterior o posterior (inflamación intraocular). También se caracteriza por la presencia de focos activos de retinitis necrotizante asociados a un proceso inflamatorio del humor vítreo, que causa “visión nublada” por la turbidez del medio transparente; y puede presentar infiltrados inflamatorios perivasculares y alrededor del nervio óptico.
Diagnóstico de la toxoplasmosis
El diagnóstico de la toxiplasmosis en ojos se hace por el cuadro clínico y la detección serológica de anticuerpos específicos antitoxoplasma.
Tratamiento de la toxoplasmosis
Como mencionamos anteriormente, muchos de los casos de toxoplasmosis no reciben tratamiento ya que pasan inadvertidos y la reacción inmunológica del cuerpo inactiva las lesiones, que luego se descubren cuando el paciente consulta por alguna otra razón.
En los casos en que la visión está afectada o amenazada por la cercanía a la mácula de las lesiones de toxoplasma, el tratamiento médico consiste de medicamentos sistémicos y locales (directamente en el ojo).
La respuesta al tratamiento del Toxoplasma suele ser buena, con la recuperación de la visión al disminuir la inflamación de los tejidos intraoculares. Sin embargo, las recurrencias son frecuentes y requieren re-iniciar el tratamiento con medicamentos.
Si sospecha alguna posibilidad de contaminación por Toxoplasma, consulte a su oftalmólogo inmediatamente.

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