
Por el Dr. Jorge Rafael Hernández Cospin
Oftalmólogo especialista en Catarata y Glaucoma de Visión Integral
¿Qué es una catarata?
Una catarata es la opacidad progresiva del cristalino que puede llevar a una disminución severa de la visión.
El cristalino es el lente natural del ojo que está detrás del iris y es el encargado de enfocar la luz en la retina. La retina recibe la luz y la envía al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro debe recibir una imagen nítida y clara para poder interpretar lo que se está viendo. Cuando el cristalino está opaco, la imagen que recibe el cerebro es borrosa y a veces difusa, y esto lo interpreta como baja visión.
La mayoría de cataratas están relacionadas con la edad, pero pueden estar asociadas a condiciones específicas (ej: diabetes, artritis), al uso de ciertos medicamentos (ej: esteroides), trauma y/o cirugía ocular previa. Pueden existir una catarata en un solo ojo o estar presente en ambos ojos. Las cataratas también pueden presentarse con enfermedades ya existentes en el ojo.
¿Cuáles son los síntomas de la catarata?
Los síntomas iniciales de una catarata son variables pero usualmente se presentan como cambios en la graduación del ojo, usualmente se vuelven un poco miopes. Inicialmente, es común poner anteojos o cambiar la graduación si la agudeza visual es adecuada. Otro síntoma común es el cambio en la percepción de colores, usualmente todo se vuelve más amarillo-café. Algunos pacientes pueden presentar deslumbramiento al ver salir al sol o ver una luz en la oscuridad. La dificultad de ver de noche puede ser un síntoma importante también. La percepción de diplopía o visión doble en un solo ojo es rara pero sí puede ser causada por una catarata.
¿Cuándo se debe operar una catarata?
El oftalmólogo debe examinar detalladamente sus ojos, y determinar la causa de los síntomas. Algunas veces existen problemas de la retina (ej: degeneración de la mácula) o problemas con la presión intraocular (ej: glaucoma agudo) que pueden tener síntomas similares y es necesario hacer exámenes para descartar estos problemas.
Una vez se ha diagnosticado una catarata debe definir bien si es necesario retirarla con cirugía. La premisa a seguir es: “Si usted ya no puede hacer lo que le gusta hacer y el oftalmólogo encuentra que la causante es la catarata, entonces se debe operar.” Es posible tener una opacidad de cristalino que no disminuya la visión y que pueda ser manejada con anteojos. Algunas opacidades se quedan en el cristalino, no progresan y no necesitan cirugía. La decisión de cirugía la toma el paciente junto con su médico tomando en cuenta muchos factores.

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