
Por Dra. Ana Raquel Hernández Cospín
Oftalmóloga Pediatra de Visión Integral
Existe un grupo de enfermedades autoinmunes que van desde artritis (varios tipos), lupus, esclerosis múltiple, espondilitis anquilosante, sarcoidosis, colitis ulcerosa, Enfermedad de Graves y otros que pueden dar manifestaciones en los ojos. Una de estas manifestaciones es la inflamación de los tejidos internos de los ojos, llamada uveítis.
La uveítis es poco frecuente pero puede ser muy destructiva de los tejidos oculares. La uveítis puede dar síntomas que van desde ojos rojos, irritación, cambio de coloración de los ojos, fotofobia (sensibilidad aumentada a la luz), disminución de agudeza visual, dolor y lagrimeo en uno o ambos ojos.
¿Por qué se ven afectados los ojos en pacientes con enfermedades inmunológicas?
Los ojos de las personas con enfermedades autoinmones se afecta porque tienen una vascularización muy rica en la úvea (tejido color púrpura-marrón del ojo); además, tienden a ser deposito de complejos autoinmunes en sus tejidos. Adicionalmente, se afectan porque la capa externa del ojo, la conjuntiva, está expuesta a los diversos alérgenos del ambiente. El problema de esto es que los tejidos de los ojos pueden causar mucho dolor cuando están inflamados.
El tratamiento de las enfermedades autoinmunes es sistémico y deben manejarse en conjunto con el oftalmólogo para monitorizar los signos y síntomas visuales. Se necesita de una evaluación oftalmológica completa y un examen muy minucioso de los ojos.
Usualmente se combina el tratamiento tópico con el tratamiento sistémico de la enfermedad. Las afecciones oculares pueden ir desde ojo seco (Síndrome Sjögren), uveítis, escleritis, queratitis, retinitis, vasculitis, neuritis y coroiditis. Cada una afecta a un tejido diferente del ojo.
Muchas veces es posible hacer diagnóstico de un problema autoinmune a través del diagnóstico oftalmológico. Si se tiene un mal control de base de la enfermedad, se manifiesta en los ojos.
Las enfermedades autoinmunes pueden estar relacionadas a las uveítis severas pero las uveítis también pueden presentarse aisladas y la evaluación reumatológica o inmunológica es normal. A veces, a largo plazo, los pacientes que han tenido uveítis desarrollan alguna enfermedad autoinmune o se hace detectable la condición por medio de laboratorios.
Se requiere de un trabajo en equipo entre el oftalmólogo y el reumatólogo para manejar los casos de enfermedades autoinmunes.
Las uveítis severas pueden ser causa de ceguera irreversible importante y en niños se comporta muy agresivamente por lo que es urgente acudir al oftalmólogo para que no avance la inflamación.
El tratamiento es crónico con medicamentos y, a veces, los resultados visuales no son óptimos. Cuando se necesitan procedimientos quirúrgicos, la inflamación post-operatoria frecuentemente es severa.
Cuando se tiene diagnóstico de una enfermedad reumatólogica y/o autoinmune, es MUY IMPORTANTE realizar una evaluación oftalmológica detallada y completa.

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